En 1992 Pablo Torres le cedió PORTA PIZZA a su gran amigo de confianza Francisco González, como mejor lo conocen todos "Paco".

Tras verse en bancarrota durante la crisis de los noventa que azotaba la zona turística por aquel entonces, Paco hizo uso de sus más de veinte años de experiencia en la hostelería e instinto natural para la cocina y los negocios, para comenzar su nueva andadura: Porta Pizza.

Sin embargo el comienzo no fue nada fácil, con apenas dinero y una moto prestada, a Paco le tocó hacer de trabajar comodín: en la pizzería, repartidor, relaciones públicas, mecánico...lo que hiciera falta.

Hoy en día, y más de 24 años después, Porta Pizza está consolidada en el sur de las isla y se ha convertido en un clásico de Playa del Inglés. Aun así, Paco no se ha conformado con solo eso.

Después del éxito de su primera pizzería, ya abierto otras en diferentes puntos de la isla y sigue dispuesto a continuar.